Recibí la llamada de Joaquin Salim a principios de Junio preguntándome si pensaba volver a Nueva York, ciudad que llamo casa pero de la que había escapado a principios de Marzo por los riesgos de la Pandemia. Joaquin que además de ser muy buen amigo, es gran responsable por la carrera que tengo hoy en día en publicidad y al que siempre he apoyado en su crecimiento artístico; desde su carrera como creativo Mad Men, a su establecimiento como artista multimedia, a más recientemente su misión de ser director de videos musicales y comerciales.
“Alerta! Tengo un tremendo proyecto para que trabajemos Basil, tú y yo”
Basil Faucher, con el que siempre he bromeado que es una incógnita porque nunca sabes si lo que dice es una incoherente inocencia o un destello de genialidad; también es un gran amigo al cual admiro, entre otras cosas por su carrera; desde sus inicios como fotógrafo de La Vida Boheme a hoy en día un reconocido cinematógrafo con un ojo excepcional. Los tres teníamos tiempo queriendo trabajar un proyecto juntos. Es más, hace un par de años éramos roommates en NY y vimos como cada quien florecía dentro de su industria, así que teníamos ese queso de qué sería si los tres entrompamos un proyecto juntos.
(Año Nuevo 17-18)
“No tenemos casi tiempo y es para hacer un video de La Vida Boheme”
No se diga más! El trabajar sin casi tiempo creo que es una tradición dentro del mundo creativo y más todavía en la publicidad. Ahora trabajar con La Vida Boheme es único. Soy alto fan de todo su trabajo y además son un grupo que trae la misma energía de su música a todo lo que tocan. Puro POWER! Además son bonitas las vueltas que dan la vida, ya que en el 2017 la banda se había quedado en nuestra casa por un toque en el Summer Stage de NY y desde esos días habíamos conversado sobre cuando íbamos a trabajar juntos.
“Joaco pasame la canción para ver que tal y cuadremos conversa cuando llegue (23 de Junio) a NY para empezar a organizar la pea que tenemos que filmar primera semana de Julio”
Sí! Solo teníamos una semana para prep, una para filmar y otra para entregar. Ah, por cierto! Detalle clave! Estamos en plena Pandemia… de pinga. Pero…
Ustedes han escuchado esta rola? Acción (o Decreto de Guerra a Muerte a los Traidores del Rock Latinoamericano)
Si en plena Pandemia, después de horas de encierro, frustración, caos político, económico, sanitario y sensación de incertidumbre. Ustedes no sentían esa necesidad de dejarlo drenar todo? Pues al escucharla por primera vez así me sentí. Una emoción a la que todos nos podíamos relacionar y que Basil, Joaco y yo queríamos retransmitir en el video. Así que empezamos a pelotear sobre como le dábamos forma y lo más importante cómo le hacíamos justicia al mensaje de la banda. Menos mal el querido Henry D’Arthenay, alma única de la música, estaba recién mudado a NY para lanzarse de cabeza con nosotros y ayudarnos a alinear un norte.
Muchas sesiones, llamadas, cervezas, porros, rones, gritos y peleas después teníamos un concepto que darle vida. La persona que se rompe el culo viviendo el día a día, la antítesis del “influencer brat” y despertarle a la audiencia esa emoción de mandar todo a la mierda por los 4:08 del decreto. Lo bueno es que tenemos un studio y a Henry, pero donde vamos a darle vida al concepto sin que se sienta como si estuviéramos en plena apocalipsis y sin ser el cliché neoyorquino?
“Listo! Filmamos la semana que viene, mañana vamos a buscar props y locación”
Acá entra la belleza de producción. La improvisación estructurada. Expandir todas tus opciones de props y locaciones, construir tu base de datos mental y empezar a filtrar en base al treatment, concepto y equipo. Un arte dentro de la creación del arte. Un proceso en donde todo se mueve rápido pero en el que hay que ir fluyendo con la energía del proyecto para adaptarse a las limitaciones y sacarle provecho a las coincidencias planeadas.
Muchas horas después de: ir al cementerio de vehículos, conocer a mecánicos, destruir la maleta del carro porque es el dolly, comprar props, devolver props, romper vidrios, aprovechar la lluvia por el reflejo de luz, crear un incendio en plena calle, volver al cementerio porque faltaron tomas, recoger B-roll, tomar cerveza con mecánicos, casualmente reírse para que el mecánico guarde su arma, evitar un rodeo policial por venta de drogas, dejar a Henry exhausto por correr en la lluvia, destruir un carro a palazos, subir al tanque de agua de un almacén, llamar la atención de un helicóptero por tener bengalas de emergencia en un techo y dedicarle toda la pasión que teníamos todos los involucrados.
Un ejemplo de cuando se trabaja con un equipo en el que admiras a todos los involucrados y cada quien va agregándole su granito al proyecto, no hay pandemia ni circunstancia externa que no te permita alcanzar la meta.
Y como buen productor no diré lo que era el presupuesto pero digamos que lo más caro fueron las birras, porros y rones que nos alimentaban de energía.
Gracias de nuevo a todos los involucrados!