El “food porn” invade nuestros feeds de Instagram. “Brilla, gotea, usa accesorios, es lujurioso e íntimo”, así es como la profesora de la Universidad de Notre Dame Erin McDonnell describe este fenómeno del internet en su estudio sobre el tópico. Las publicaciones de este estilo comparten las características especificadas por la doctora en sociología, logrando crear un look provocativo distintivo de un buen trabajo de fotografía gastronómica.
En nuestros feeds de Instagram, unas imágenes resaltan más que otras, pues nos hacen desear la comida que retratan. Sin embargo, llegar a un buen resultado requiere planificación y atención para resolver cualquier problema que pueda surgir en medio el proceso de creación. Por esta razón, nos gustaría compartir con ustedes algunos consejos que a nuestras fotógrafas Vanessa Rodríguez y Andrea Martínez les han funcionado para tomar buena fotografía gastronómica.
Un buen moodboard encamina una buena producción de fotografía gastronómica
Las buenas pautas de fotografía gastronómica no empiezan el día de la producción, sino que requieren un trabajo de investigación e inspiración para tener clara cuál será tu objetivo visual. Al crear un moodboard, construyes una guía que representa una base moldeable sobre la que te guías con mayor precisión para tomar las imágenes que se desean.
El moodboard te dará un camino para saber a donde te debes acercar en la pauta, dándole tu toque. Esta herramienta ayudará a que tengas una estética clara al momento de realizar las fotos y siempre debe ser creado con el tipo de imágenes y locación que se tiene planeada para ese día.
Lo mejor es revisar y que no falte nada en medio de la pauta
A pesar de que parece muy obvio, no está mal recordar que ser precavidos es clave antes de cualquier producción, no importa si se trata de fotografía gastronómica o cualquier otro tipo de imágenes. Revisar si todas las baterías están cargadas, ver si las memorias están listas para ser usadas, echar un ojo a que lo que se lleva es lo solicitado, todas estas acciones siempre nos salvan de muchos más inconvenientes de los que pensamos.
Recuerda que vale más la pena tardarse un poco preparando los bolsos y equipos escogidos, chequearlo todo dos veces, que esperar al momento de tomar las fotos para darnos cuenta de que falta una pieza esencial de nuestro proceso, por la que terminaremos haciendo malabares para algo que pudo ser sencillo.
Las historias también son importantes en la fotografía gastronómica
Muchas veces creemos que los relatos pertenecen exclusivamente a cierto tipo de fotos y videos, que cuando la toma la protagoniza un plato de comida, este no podría contar un hecho en concreto que invite a probarlo. Sin embargo, esto no es cierto, pues crear a través de la fotografía gastronómica una situación que refleje cómo es la experiencia de probar un alimento, ayuda a que el cliente quiera ser el que protagoniza esa historia.
Es esencial que la acción que se fotografíe tenga sentido dentro del universo de la marca o de ese producto y que cada detalle esté lo suficientemente cuidado para que ningún sucio alrededor del plato o algún detalle mal trabajo del emplatado afecte la imagen de recibir un pasticho en tu mesa o llegar con una caja de donuts a casa.
La comida siempre será la protagonista
Siempre debemos tener en cuenta que, en toda la fotografía gastronómica, la comida es el actor principal de cada escena. No podemos recargar la imagen de elementos que nos quiten el foco del producto, pues no lograríamos nuestro objetivo. Es esencial que no haya ningún color que contraste tanto que quite la atención, que no exista otro alimento en la toma que divida la atención del cliente y que no robe importancia la persona que toma el alimento de este elemento, entre otras muchas otras cosas similares.
Por eso, es importante entender que el minimalismo a veces premia en la fotografía gastronómica y que tener menos elementos que distraigan al espectador ayudará a que resalten los colores, las texturas y la forma de una hamburguesa o de un brownie y que se entienda que ellos son los personajes principales de su historia.
Los colores son el foco de la postproducción de la fotografía gastronómica
Cuando termina la producción, es momento de editar las fotos frente a nuestras pantallas para llegar a los entregables necesarios, basados en los objetivos planteados en la preproducción. En este proceso de “revelado digital” pensamos que el primer foco de la fotografía gastronómica deben ser los colores, pues a través de ellos podemos hacer que cada imagen mantenga la vitalidad del plato original.
Siempre tenemos que ser fieles a cómo se ve el producto en vida real, sin embargo a través de una buena edición de colores siempre podemos resaltar la parte más vibrante de cada plato, enfocándonos en los anaranjados y evitando tonos más verdosos para que quien vea estas fotografías se sientan atraídos por el plato.
El objetivo es que resalte lo gastronómico
Durante la postproducción, siempre debemos recordar el protagonismo del plato en cada fotografía gastronómica. Más allá de solo resaltar los colores de los ingredientes, también se pueden reducir un poco las texturas de las paredes, pisos o pieles para que el plato mantenga la suya y en la imagen termine destacando.
También, se pueden resaltar un poco las texturas de los ingredientes para que estos sean más visibles en la imagen. Obviamente, esta edición no puede sacarnos demasiado de cómo se ve en realidad, Podría ser contraproducente, porque nos llevaría a algo que se ve falso.
Los pasos adelante del cliente siempre suman
Aunque esto pueda ser un consejo un poco cliché, siempre es bueno sumar a nuestra pauta todos los elementos extras que no son esenciales, pero que el cliente nos podría pedir durante la producción. Para la fotografía gastronómica, lo esencial sería llevar nuestro propio kit con pinzas, guantes, espátulas y otros utensilios que podría sugerirnos el cliente, pero que ya tendríamos a nuestra mano para manejar los alimentos.
Un momento de experimentación premia, si tienes tiempo
Puede que no sea nuestro objetivo en cada pauta de fotografía gastronómica, pero cada vez que se tiene algo de tiempo, hay una oportunidad para experimentar y probar con distintos ángulos o formas de usar nuestras herramientas o platos que nos puede abrir un nuevo universo de posibilidades para el futuro, para crear imágenes que pensábamos que tal vez no podrían funcionar, pero al final fueron una nueva oportunidad de elevar la marca.